Raúl un hombre trabajador y que vivía en Miami desde hace un tiempo, él podía soportar cualquier cosa menos las cucarachas, sentía un asco terrible por ese insecto, cuando veía una la aplastaba con tanta fuerza que solo se escuchaba el rechinar de su cuerpo aplastado.
Era verano y curiosamente en Miami surgió una invasión de cucarachas; Raúl no era nada ordenado y dejaba la cocina con comida fuera y esto provoco que las cucarachas incrementaran en su casa.
En una noche antes de acostarse vio a tres cucarachas y no dudo en aplastarlas con fuerza y odio. El siguiente día su turno sería muy temprano, así que decidió relajarse y poder descansar el mayor tiempo posible antes del trabajo.
Raúl estaba encantado con una camarera del lugar que frecuentaba, esa chica linda que no dejaba de mirarle cada vez que podía, él sabía que podía haber un encuentro entre ellos, esa noche soñó con esa mujer linda, se acercaba poco a poco hasta sentir sus labios rojos, lo sentía tan real que al despertar se dio cuenta que tenía cerca de la comisura de la boca una enorme cucaracha; del asco y rabia se la quitó de encima de un manotazo, no pudo evitar gritar tan fuerte que sintió tremenda vergüenza. Rápido encendió la luz y lo que veía no lo podía creer había por lo menos una vente cucarachas arriba de la cama y el piso de su habitación estaba repleto de ellas. Intento salir de la cama lo más pronto posible y al salir del cuarto mató a cuantas cucarachas pudo, aun con los pies desnudos iba matando las cucarachas. Aun no podía creer que su habitación estaría llena de cucarachas cuando se dio cuenta que toda su casa estaba infestada de ellas intento salir pero la puerta estaba cerrada, su desesperación hizo que pensara en saltar por la ventana pues vivía en un primer piso y el golpe no lo lastimaría tanto, pero tampoco pudo abrir la ventana pues estaban totalmente cubiertas de cucarachas.
Empezaron a trepar en el las cucarachas y el solo gritaba de la desesperación y asco que le producían las cucarachas, hasta que sintió como una de ellas lo mordió, realmente lo estaban atacando las cucarachas. Fue corriendo al baño para quitárselas con el agua pero solo salían más y más cucarachas del grifo, habían tapado las tuberías.
Ya no sabía que hacer hasta que una cucaracha entro dentro de su boca y empezó a comérselo desde dentro, eran tanto el dolor que no dejaba de gritar y más cucarachas de metían en su boca hasta que terminaron comiéndoselo por completo.
Cuento corto de Raul y las cucarachas