Quetzaltenango, la segunda ciudad más grande en Guatemala, también conocida por su nombre de origen maya, Xelajú, o simplemente Xela, guarda una escalofriante leyenda cuyos orígenes se remontan a fines de la década de los cincuenta, todavía la urbe alejada de la modernización actual, la población menor populosa y los vecinos más cercanos y amigables entre sí. No fue esto óbice, como pronto veremos, para que Quetzaltenango fuese teñida por la tragedia.