Había un matrimonio joven que no encontraban donde vivir, pues se la pasaban de casa en casa de sus familiares y ya les era molesto tener que vivir así, pues era cada vez más complicado ya que tenían un hijo de dos años.
Cuando salieron un día se dieron cuenta que cerca de la casa de la mamá de la mujer, se estaba vendiendo un piso, ellos encantados decidieron verlo para ver si los convencía, cuando lo visitaron se dieron cuenta que era el lugar perfecto, el señor aún se asombró más al ver el precio pues estaba bastante barato, así que no dudaron en conseguirlo y cambiarse lo más pronto posible.
Los días pasaron y se empezaron a escuchar muchos ruidos, pero no les tomaron en cuenta pues pensaron que era normal por ser nueva la casa.
La señora estaba tan a gusto por su nuevo hogar y el espacio que tenía para que su hijo jugara; para que pudiera terminar con sus quehaceres decidió dejarle abierto un baúl lleno de juguetes a su pequeño hijo, así él podía estar entretenido y ella podía terminar sus cosas.
Se percató que el televisor se prendió y se cambiaba de canal, esto era muy raro en la época pues los televisores tenían una manija para poder cambiar de canal. A la señora se le hizo muy raro y le conto a su esposo cuando este regreso del trabajo, el cual no le tomo importancia.
En los días posteriores se escuchaban cada vez más ruidos hasta arañazos se escuchaban y esto alerto más a la señora que siempre le comentaba a su marido pero éste no decía nada al respecto.
Un día como cualquiera la señora que estaba con su trabajo dejo a su hijo jugando con el baúl de los juguetes abierto, cuando escucho a su hijo llorar y fue corriendo, al llegar al cuarto vio a su hijo llorando y quejándose, el niño que apenas empezaba a decir sus primeras palabras le señalo su brazo, diciéndole que le dolía, la señora miro que tenía unos arañazos, ella rápido revisó el baúl por si había algo con lo que su hijo se pudiera lastimar, incluso imagino que había un animal dentro del baúl, pero no encontró absolutamente nada.
Todo eso se lo comentó a su marido, pero el no haciendo caso, pues lo único que quería era descansar después de un día de trabajo duro.
Otro día mientras la señora estaba lavando los trastes escucho un grito fuerte de su hijo ella corriendo para saber que le sucedía se dio cuenta que la mitad del cuerpo del niño dentro del baúl, la señora pensando que se calló su hijo, intento sacarlo pero no podía, cuando vio que dentro del baúl se asomaban unas manos obscuras jalando al pequeño, hasta que pudo sacar al pequeño y salió corriendo de la casa, gritando “El demonio se quería llevar a mi hijo”, ninguno de los vecinos se sorprendió al ver a la señora así, es cuando empezaron a hablar los vecinos diciendo que nadie duraba tanto tiempo viviendo ahí.
Al llegar el esposo vio que en el cuarto del niño solo estaban sus vecinos y le contaron todo lo que había sucedido y encontró a su mujer en casa de su mamá pues ella ya no quiso regresar a la casa y el señor tuvo que sacar todas sus cosas pues la señora no quiso regresar.