Si hablamos de apariciones sobrenaturales el pensar en un hospital es lógico, pues muchas almas andan vagando por los rincones.
El Hospital de Morelia no es el la excepción, pues hay muchas personas, enfermeras, doctores, pacientes, pero especialmente los vigilantes son los que cuentan casos espeluznantes durante la noche.
Una de las historias es ubicada en el quirófano donde afirman haber visto una sombra de un hombre alto y esbelto, que traviesa las paredes de éste y cuando no lo ven se escuchan unos gritos acercándose, dando señal que el ente se acerca.
En otra parte del hospital justamente en la morgue, aquel lugar repleto de los pacientes que acaban de fallecer; en este lugar se escucha intensamente ruidos de vidrios rompiéndose, y las puertas que se abren y cierran.
Pero lo que muchos han visto y de lo que hablan mucho en el hospital es justamente en terapia intensiva pues un vigilante narra que años atrás había una paciente que necesitaba un trasplante de hígado. Al enterarse de que las posibilidades de curarse eran bajas, y que las posibilidades de salir con vida de la operación eran también de bajas, ella salió en una noche y se suicidó tirándose del octavo piso para evitar tal agonía.
Desde entonces se llega a ver una mujer con bata blanca paseándose por los pasillos y dejando un rastro de sangre por su camino.